El nuevo analfabetismo: saber leer, pero no hacerlo.

En las certificaciones que dicto sobre Experiencia del Cliente y Ventas, una de las herramientas que utilizo para el aprendizaje son las tareas entre sesiones. Estas incluyen la lectura de libros cuidadosamente seleccionados para que podamos discutir sus ideas y aplicarlas a nuestro entorno. Sin embargo, me encuentro con un patrón recurrente: la mayoría de los participantes no realiza las lecturas. La excusa más común es: «No tuve tiempo».

Esto me lleva a reflexionar sobre una frase que escuché hace años y que sigue más vigente que nunca:

«El analfabeta de hoy no es el que no sabe leer, sino el que sabiendo leer, no lee».

Vivimos en un mundo donde el acceso al conocimiento está literalmente en nuestras manos. Los libros, artículos, estudios, y hasta audios o resúmenes están disponibles con un par de clics. Entonces, ¿qué está pasando?

En el mundo profesional, especialmente en ventas y experiencia del cliente, la lectura es una herramienta insustituible para el desarrollo personal y profesional. Los libros son una fuente de inspiración, de nuevas ideas y de estrategias probadas que nos permiten crecer. Sin embargo, cuando evitamos la lectura, estamos cerrando la puerta a nuevas oportunidades y limitando nuestra capacidad de innovar y adaptarnos.

El tiempo es el recurso más democrático que existe. Todos tenemos 24 horas al día. La diferencia no radica en cuánto tiempo tenemos, sino en cómo lo usamos. Si un libro puede cambiar nuestra forma de pensar, mejorar nuestra habilidad para resolver problemas o abrirnos nuevas posibilidades, ¿por qué no le damos prioridad?

¿Qué podemos hacer al respecto?

  1. Cambiar nuestra mentalidad: Leer no es una tarea más en nuestra lista; es una inversión en nosotros mismos.
  2. Establecer hábitos: Incluso 10 minutos al día pueden marcar la diferencia a largo plazo.
  3. Elegir calidad sobre cantidad: No se trata de leer mucho, sino de leer lo que realmente aporte valor a nuestra vida y profesión.

En las próximas sesiones de mis certificaciones, continuaré insistiendo en la importancia de la lectura. No es un capricho; es un pilar fundamental para quienes desean convertirse en verdaderos profesionales.

Recuerda: si no tienes tiempo para leer, difícilmente tendrás tiempo para crecer.

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