A lo largo de mis más de 20 años de experiencia dictando conferencias y talleres sobre ventas y Experiencia del Cliente en Latinoamérica, me he encontrado con un patrón recurrente en muchas empresas: una resistencia casi inconsciente al cambio, encapsulada en la peligrosa frase «Siempre lo «Hemos hecho así». Esta mentalidad puede parecer inofensiva o incluso lógica cuando las cosas funcionan, pero con el tiempo se convierte en un freno silencioso que impide la innovación y el crecimiento.
Cuando un empresario tiene éxito con un modelo de negocio, es comprensible que quiera perpetuarlo. El éxito genera confianza y la confianza trae consigo una inclinación natural a repetir fórmulas que han funcionado en el pasado. Sin embargo, el entorno empresarial no es estático. Las demandas de los clientes cambian, los mercados evolucionan, y las tecnologías que antes nos parecían avanzadas, hoy pueden estar desfasadas.
¿Cuántas veces hemos visto empresas que se aferran a un método, una estructura, o una manera de operar simplemente porque ha sido exitoso en el pasado? Se ven atrapadas en un círculo vicioso en el que innovar se percibe como una amenaza más que como una oportunidad. Y aunque es cierto que el cambio puede generar incertidumbre, también es cierto que no cambiar puede condenar a la irrelevancia. La frase «Siempre lo hemos hecho así» es el reflejo de una cultura empresarial estática que, aunque haya sido exitosa, puede quedar atrapada en una comodidad peligrosa.
En mis talleres y conferencias, tuvo la oportunidad de trabajar con empresas que luchan contra este comportamiento de arraigado. El cambio no es fácil, y los equipos directivos, en muchos casos, tienen miedo a arriesgar. Pero, como suelo recordar en mis charlas: la resistencia al cambio no es una estrategia, es un bloqueo . Mi enfoque siempre ha sido que los empresarios y sus equipos reconozcan que lo que les llevó al éxito no necesariamente será lo que los mantengan ahí.
En mis más de cinco décadas en ventas, he visto cómo las empresas que logran romper con el «Siempre lo hemos hecho así» son aquellas que realmente prosperan en tiempos de incertidumbre. Estas empresas entienden que lo que solía funcionar no necesariamente garantizará el éxito futuro. El verdadero liderazgo empresarial se basa en la capacidad de anticiparse y adaptarse, no en aferrarse a métodos del pasado.
Posibles soluciones:
El primer paso para romper con esta mentalidad es el reconocimiento . Los líderes deben aceptar que, aunque el éxito pasado ha sido valioso, no garantiza la sostenibilidad futura. La apertura a nuevas ideas, a explorar alternativas y fomentar una cultura de mejora continua, son claves para evitar caer en la trampa de la complacencia.
En segundo lugar, es crucial involucrar a todo el equipo en la visión de cambio. Las personas suelen resistirse a lo que no entienden, y en mis conferencias subrayo la importancia de la empatía. Un líder debe ser capaz de transmitir no solo el «qué» del cambio, sino también el «por qué» y el «cómo». Si bien es natural que el personal se sienta cómodo con lo que ya conoce, hay que guiarlos para que vean que el cambio es una oportunidad, no una amenaza.
Finalmente, propongo a las empresas un enfoque proactivo y constante hacia la innovación, sin esperar a que las circunstancias los obliguen a reaccionar. La proactividad en la adaptación a los nuevos tiempos puede ser la diferencia entre liderar el mercado o quedar rezagados.
A lo largo de mi carrera, ayudó a empresas a desafiar el status quo, a repensar sus estrategias y preparar a sus equipos para abrazar el cambio. En mis conferencias, no solo ofrezco ejemplos prácticos y estrategias para superar esta mentalidad limitante, sino que también comparto anécdotas que inspiran y muestran cómo es posible romper con lo establecido y encontrar nuevas formas de crecer.
Estoy aquí para ayudar a aquellas organizaciones que, aunque sienten que están estancadas en el «Siempre lo hemos hecho así», desean dar el siguiente paso hacia una transformación efectiva. Cambiar no es fácil, pero es necesario. Y cuando lo hacemos bien, los resultados hablan por sí solos.
Si tu empresa siente que ha alcanzado un techo bajo esta mentalidad, puedo ayudar a identificar esas áreas de mejora y diseñar un camino hacia un crecimiento sostenible y adaptativo.
El mundo cambia constantemente, y solo aquellos que se atreven a cambiar con él seguirán siendo relevantes.