Midiendo el compromiso de los empleados

Con nuestra metodología hemos realizado mediciones a cientos de empresas en Latinoamérica y el resultado es sorprendente:  2 de cada 10 empleados quieren huir de la empresa sin decírselo a su jefe. 6 de cada 10 hablan mal de la empresas fuera de ella. 9 de cada 10 no se sienten responsables de los resultados. Sólo 1 de cada 10 está orgulloso de trabajar en la empresa. Esto nos revela un panorama preocupante que muchas empresas prefieren ignorar o simplemente no saben cómo abordar. Si estos resultados se reflejan en tu empresa, es hora de hacer una pausa y reflexionar sobre lo que está sucediendo en su cultura organizacional.

Desglosemos cada uno de estos puntos para entender su impacto y cómo se puede trabajar para revertir la situación.

2 de cada 10 empleados quieren huir de la empresa sin decírselo a su jefe.

Cuando los empleados sienten la necesidad de irse sin ni siquiera comunicarlo, es un signo de falta de confianza en el liderazgo y en la cultura de la empresa. Este deseo de «huir» indica que no ven una salida o una solución a los problemas que enfrentan. En lugar de un ambiente donde se fomente el diálogo y las soluciones conjuntas, se encuentran en un lugar que los desmotiva a tal punto que la única opción que ven es irse en silencio.

La solución comienza con los líderes. ¿Se sienten los empleados escuchados y valorados? ¿Tienen canales abiertos para expresar sus inquietudes sin temor a represalias? Fomentar una cultura de comunicación y transparencia es fundamental para retener al talento y, sobre todo, para evitar que los empleados se sientan atrapados.

6 de cada 10 hablan mal de la empresa fuera de ella.

Este es un problema serio, ya que los empleados insatisfechos que hablan mal de la empresa afectan no solo su reputación externa, sino también la interna. Un empleado que critica a la empresa está señalando, directa o indirectamente, que siente frustración y que las expectativas que tenía no se están cumpliendo.

Las empresas que logran mantener a sus empleados satisfechos y comprometidos son aquellas que se enfocan en una comunicación clara de sus valores y objetivos, y en ofrecer oportunidades de crecimiento profesional. El compromiso genuino de un empleado con la empresa nace cuando siente que pertenece a algo más grande que él mismo, cuando siente que sus aportaciones son reconocidas y valoradas.

9 de cada 10 no se sienten responsables de los resultados.

Este dato es alarmante, ya que refleja una desconexión total entre los empleados y los objetivos de la empresa. Si los empleados no sienten que su trabajo impacta en los resultados, es probable que estén siendo tratados como simples ejecutores de tareas, en lugar de verlos como colaboradores valiosos.

Para revertir esta tendencia, es esencial que las empresas integren a sus empleados en la toma de decisiones y en el diseño de estrategias. Cuando se les da la oportunidad de ser parte activa en el desarrollo de la empresa, el sentido de pertenencia y responsabilidad aumenta. Es un trabajo que requiere compromiso por parte de los líderes, quienes deben esforzarse por conectar la visión de la empresa con el día a día de cada empleado.

Sólo 1 de cada 10 está orgulloso de trabajar en la empresa.

Este último punto es el resultado de los anteriores. Un empleado que se siente escuchado, valorado y que percibe que su trabajo tiene un impacto real es un empleado orgulloso de pertenecer a la empresa. El orgullo no se compra con un salario; se construye con la cultura, los valores y, sobre todo, con el liderazgo que inspire.

Las empresas deben trabajar en crear un entorno en el que el empleado quiera quedarse, quiera hablar bien de su empresa y, lo más importante, sienta que su trabajo contribuye a algo significativo. Esto se logra mediante una estrategia integral que incluya desarrollo profesional, reconocimiento constante y un liderazgo transformador.

Transformar al Jefe en Líder: El Reto

Es evidente que muchos de estos problemas se originan en el tipo de liderazgo presente en la empresa. Como menciono en mis talleres, “transformar al jefe en líder es el reto”, ya que son cosas distintas. Un jefe da órdenes y espera resultados; un líder inspira, escucha y motiva a su equipo a alcanzar metas compartidas.

Si quieres cambiar la situación en tu empresa, comienza por cambiar la manera en que lideras. ¿Eres un jefe que da órdenes o un líder que inspira? La transformación de la cultura empresarial empieza por el liderazgo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio